El
Parlamento de Westminster dedica una atención especial a la
celebración del centenario de la emancipación política de la
mujer.
Tuvieron que pasar, todavía, otros diez años más para que las mujeres lograran poder votar a los 21 años como hacían los hombres.
Hace
un siglo las mujeres británicas conquistaron el derecho al voto
después de muchos años de lucha.
El
6 de febrero de 1918, el Parlamento británico adoptó la ley sobre
la representación popular, que implicó a 8 millones de mujeres, de
más de 30 años, que fueron añadidas en los registros electorales.
Tuvieron que pasar, todavía, otros diez años más para que las mujeres lograran poder votar a los 21 años como hacían los hombres.
Las
sufragistas marcaron sus acciones con una violencia desconocida para
la época: se encadenaban a las vías del tren, rompían escaparates y
saboteaban líneas eléctricas...
Su
fundadora, Emmeline Paukhurst, defendía estas estrategias.
Según
Krista Cowman, profesora de historia de la Universidad Lincoln del
Reino Unido, ”antes de esto hubo 50 años de campaña política
que, en realidad, no sirvió para nada”.
El
papel ejercido por las mujeres, durante la Primera Guerra Mundial ,
contribuyó más a la adopción de la Ley de 1918 que las acciones de
las sufragistas.
Las
mujeres tomaron los puestos dejados por los hombres que partieron al
frente, transformando así el papel que ejercían en la sociedad.
Al
finalizar la guerra, fueron aprobadas las primeras reformas para la
igualdad de derechos y para mejorar las condiciones de vida de las
mujeres, tales como el divorcio, y la igualdad de acceso a algunas
profesiones.
En
España, no olvidemos que fue Clara Campoamor la impulsora del
sufragio femenino, conseguido en el año 1933.