lunes, 3 de junio de 2013

II Congreso Nacional Clara Campoamor

La viceconsejera de justicia del Gobierno Vasco Ana Aguirre, abrió el pasado 28 de Mayo, el II Congreso Nacional contra la Violencia de Género, donde manifestó que es necesario acompañar a las mujeres afectadas, y tomar todas las medidas necesarias desde la perspectiva de la víctima y no de la Administración. También nos comentó que la ayuda tiene que ser integral, es decir de la Dirección de Justicia, de Emakunde y del Gobierno Vasco.
La profesora de Derecho Penal de la UPV, Virginia Mayordomo, nos habló de las órdenes de alejamiento y de la impunidad que en algunos casos disfrutan los agresores, lo que conlleva que desgraciadamente, en muchas ocasiones, que el agresor campa a sus anchas, representando un insulto a la víctima. También insistió mucho en la necesidad de “denunciar”, tanto la víctima como terceras personas.
La Fiscal General del Estado, Anabel Vargas, habló de los delitos cometidos a través de las redes sociales. El ciberacoso vinculado a la violencia contra las mujeres afecta de manera fundamental a las adolescentes, que son las que utilizan en mayor medida y con “más ingenuidad” las redes sociales.
Citó varios ejemplos de control que  un hombre pretende ejercer sobre su pareja:
insistir en que la mujer actualice su situación sentimental en Facebook”
presionar a que abra sus correos en  presencia de él”
exigir que quite fotos , así como dar de baja a contactos por no ser de su agrado”
pedir la contraseña”
revisar imágenes que ella comparte con sus amigas y reprocharlas”
Hay muchas adolescentes que asumen este rol de sumisión y dependencia con  los chicos y que consideran que estas conductas de sus parejas se deben al amor, en vez de a la voluntad de someterlas.
El resumen, del primer día de las jornadas fue claro. “La denuncia es importantísima”. Es una decisión difícil de tomar, pero  es el modo adecuado para que las Administraciones conozcan los ataques y activen los mecanismos de protección.
Desde "ENclave" animamos a las mujeres, de todas las edades, a denunciar cualquier presión que suponga una violación de la intimidad y a que transmitan este mensaje a sus hijas.

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