viernes, 14 de diciembre de 2012

Las Monjas se empoderan

Ya no nos acordamos de cuando Juan Pablo II riñó -agitando el dedo y con media sonrisa- al ministro de Educación nicaragüense. Como si estuviera delante de un niño. Daba igual que tuviera delante a un sacerdote de 58 años, con una rodilla hincada en tierra y una sonrisa de oreja a oreja. Aquel hombre se llamaba Ernesto Cardenal y era uno de los líderes de la Teología de la Liberación. Corría el año 1983 y esa corriente progresista y hasta revolucionaria estaba en pleno auge, dispuesta a defender a las clases oprimidas con la fe como ariete.
Ahora las reivindicaciones van por otros derroteros. Desde hace cuatro años, la Congregación para la Doctrina de la Fe tienen enfilada a la "Conferencia de Liderazgo de Mujeres Religiosas".
Un colectivo que representa al 80% de las religiosas que hay en EE UU, es decir, a unas 46.000 personas.

Annmarie Sanders, portavoz de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se muestra cautelosa a la hora de hablar, pero está claro que no se han repuesto del jarro de agua fría al recibir la noticia de la “evaluación doctrinal” redactada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, después de tres años de investigación en torno a las labores y motivaciones de la agrupación femenina. «No son explícitas respecto al derecho a la vida (aborto) y a la visión bíblica de la familia y la sexualidad humana (matrimonio gay)», se apunta como reproche en las conclusiones del texto.
La Santa Sede no ha dudado en colocar a LCWR bajo la tutela del arzobispo de Seattle. El objetivo es revisar los estatutos, programas y asambleas, las normas litúrgicas que siguen en sus ceremonias, los manuales que estudian... Un seguimiento meticuloso que puede durar fácilmente cinco años.

Ellas ,mientras tanto, optan por seguir en la brecha, ya sea en comedores sociales, centros hospitalarios o escuelas. Canalizan sus reivindicaciones y levantan la voz en el marco del lobby político y católico Network, con sede en Washington, donde defienden a capa y espada la reforma del sistema sanitario de EE UU o cambios de calado en las leyes de inmigración.
"Enclave" está con sus reivindicaciones como con todas aquellas que surgen de cualquier colectivo femenino denigrado por los poderes fácticos y esperamos que en Roma sean más rápidos de lo que han sido hasta declarar Doctora de la Iglesia a Hildegarda de Bingen a la que, también sojuzgaron durante siglos.

No hay comentarios: