domingo, 15 de abril de 2012

"Mi madre no trabaja"

La directora de Emakunde, María Silvestre, presentó hace unos días tres publicaciones que han sido subvencionadas por el Instituto Vasco de la Mujer. A través de la convocatoria de subvenciones a proyectos, se publican estos trabajos de investigación en materia de igualdad de mujeres y hombres.
Entre estos libros, se encuentra la publicación: Maternidad, paternidad y conciliación en la CAE. ¿Es el trabajo familiar un trabajo de mujeres? realizada por la Socióloga Raquel Royo Prieto. 
Las otras publicaciones financiadas por el Instituto Vasco de la Mujer son: Situación penitenciaria de las mujeres presas en la cárcel de Saturraran durante la Guerra Civil Española y Generoaren trataera irakasleen formazioan.
Raquel Royo Prieto empieza así su estudio Maternidad, paternidad y conciliación en la Comunidad Autónoma del País Vasco: ¿Es el trabajo familiar un trabajo de mujeres?
«Mi madre no trabaja ,contestó una adolescente que entrevisté hace unos años. Ella se encarga del tema de la casa: compra, cocina... todo, todo lo que se necesita en casa, lavar y planchar la ropa, fregar, cuidar a mis hermanos... Lo que te decía, como no trabaja, ella es la que se encarga de estas cosas».
«El trabajo doméstico, las múltiples actividades cotidianas que nos proporcionan alimento, vestido, protección y cuidado carecen del reconocimiento social que merecería una labor tan necesaria y relevante para el bienestar y supervivencia de la sociedad», explica Raquel Royo. «Y es tan importante como el trabajo remunerado, propio de la economía de mercado».

La autora considera que el trabajo doméstico y de cuidados tiene en nuestra sociedad un carácter marginal y ello es debido, en parte, a que se considera un «trabajo de mujeres, invisible . Es una actividad que se encuentra entre los niveles más bajos de aprecio social».
Desde "ENclave" queremos resaltar que gran parte del trabajo domestico corresponde al iceberg sumergido y además como ha sido designado como «el trabajo del amor», que se hace, aparentemente, sin ningún desgaste personal, el trabajo doméstico y su utilidad social es uno de los secretos mejor guardado de la sociedad y de los Gobiernos.

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