Hace unos días, todos los medios dieron la noticia “La madre de una niña diabética obtiene fondos para readmitir a una investigadora”, esta madre consiguió recaudar 7.000 Euros para que una joven científica, despedida de un plumazo y sin previó aviso como otros cien científicos más, del Centro de Investigación Principe Felipe de Valencia, fuera readmitida.
Cristina la madre de la niña enferma ha estado organizando rifas, meriendas, y vendiendo camisetas para conseguir esa suma de dinero, y lo ha hecho porque confía en la investigación del “Proyecto Paula” dirigido a apoyar los estudios para conocer mejor la enfermedad que afecta al 13% de la población y poder curar tanto a su hija como a otros muchos enfermos.
Con esos 7.000 Euros la investigadora Silvia Sanz, va a poder trabajar cuatro meses más. Lo que significa que más o menos va a cobrar 1.000 Euros al mes. Viendo esto no es de extrañar que los jóvenes científicos se tengan que marchar a otros países,como tampoco no es casualidad que el Centro de Investigación Príncipe Felipe esté ubicado en Valencia. Sí, en la Valencia que estos días estamos oyendo y leyendo en todos los medios por el “Affaire Camps”. Hemos escuchado ,con vergüenza ajena, las conversaciones de estos Sres, y también a una Sra. diciendo que un regalo de un bolso que cuesta 1.000 Euros “es normal”, el mismo importe que el “Sueldo de una investigadora”.
Contraste alarmante en este país.
La corrupción, no se paga políticamente, sino que se aplaude y se premia en las urnas. Mientras la clase científica infravalorada y mal pagada tiene que emigrar.
Desde "ENclave" queremos incidir en la denuncia de la "corrupción" y en reiterar que la investigación y la innovación son pilares fundamentales para el desarrollo de una sociedad moderna.
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