martes, 8 de noviembre de 2011

Nuestro Nobel de Literatura

Octubre ha sido el mes en el que se han otorgado los Premios Nobel. Se ha especulado sobre quienes serían las personas premiadas en las diferentes disciplinas. Nosotras nos vamos a centrar en el apartado de la literatura, donde un gran número de autores tenían grandes posibilidades, sin embargo, la lista de las autoras ha pasado inadvertida, por lo que  queremos  dar a conocer a la única candidata:

ASSIA DJEBAR, seudónimo de Fatema Zohra Imalayen.

Fue educada en la fe musulmana, la de sus antepasados, que la moldeó afectiva y espiritualmente, pero a la que, se enfrentó a causa de sus prohibiciones, de las cuales aún no se he liberado del todo.

Escribe, en francés,  lengua del antiguo colonizador, pese a lo cual se ha convertido ,irreversiblemente, en la de su pensamiento, mientras que sigue amando, sufriendo y rezando (cuando, a veces, lo hace) en árabe, su lengua materna.

Gracias a su padre, maestro y hombre de ruptura y modernidad frente al conformismo musulmán, Assia pudo huir del destino habitual de las mujeres: el encierro de las doncellas núbiles. Consiguió libertad de movimiento para ser ella misma, permitiéndole estar tanto en lugares públicos como privados. Esto que parece algo tan simple hoy en día para las adolescentes europeas, a comienzos de la década de los años cincuenta fue para ella un lujo increíble.

Entre sus obras podemos citar:

La Soif (La sed), Les Impatients (Los impacientes), Les Enfants du nouveau monde (Los hijos del nuevo mundo), Femmes d’Alger dans leur appartement (Mujeres de Argel en su casa), Sin Habitación propia, etc.

Mujeres de Argel en su casa, trata del amor y el desamor de las mujeres de su tierra, las de ayer y las de hoy. Mujeres con voces del pasado y del presente, mujeres que se hacen oir a través de sus narraciones, tragedias, pasiones, manifestadas a través de cantos de alegría y de duelo.

 Sin habitación propia, un poco para hacer boca: «Las jovencitas de mi época [...] contamos con cuatro idiomas para expresar nuestros deseos, antes de jadear: el francés para la escritura secreta, el árabe para nuestros sofocados suspiros hacia Dios, el líbico bereber cuando imaginamos volver a encontrar a nuestros ancestrales ídolos maternos……”.

Assia Djebar, para las mujeres de “ENclave” has sido la mejor candidata al Premio Nobel de Literatura.

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