El puerto de Ondarru dispondrá este año de un nuevo edificio destinado al colectivo de "mujeres rederas". El inmueble permitirá dignificar las condiciones en las que estas mujeres desarrollan su trabajo. El Departamento de Pesca del Gobierno vasco ha puesto en marcha la iniciativa al solicitar a la Dirección de Puertos que asigne un local en la reordenación de la dársena.
«La construcción del futuro equipamiento se realizará antes de que finalice este ejercicio con una inversión cercana a los 100.000 euros», detallaron desde el área de Pesca e Industrias Alimentarias, dirigido por Jon Azkue. Con la puesta en marcha de esta actuación se persigue dotar a las “mujeres rederas” de un espacio digno, con criterios de habitabilidad, seguridad e higiene. La cobertura de la demanda de infraestructuras portuarias destinadas a estas mujeres se completará con otra instalación en Bermeo, aunque para este plan aún no hay plazos concretos.
La adecuación física de locales en los diferentes puertos vascos forma parte del proceso para el reconocimiento profesional del trabajo que realiza este colectivo, junto a las neskatillas y empacadoras repartidas por los puertos de Ondarru, Lekeitio y Bermeo.
Como comentan las mujeres:
«Somos las que aparecemos en las postales, soportando las inclemencias del tiempo, del sol, la lluvia y el viento»
La reparación de una red exige gran destreza. Cualquier error puede suponer una modificación del arte de pesca con el riesgo de reducir su productividad. «Remendar un paño roto no entraña mucha dificultad, pero cada parte de la red es completamente distinta de la otra y cada una encierra sus entresijos». Las rederas no ocultan su preocupación ante un futuro que se presenta incierto.
¿Quien sustutuirá el trabajo de estas mujeres?
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