martes, 8 de marzo de 2011

8 Marzo, más de un siglo

La elección de esta fecha tiene la intención de conmemorar aquel 8 de Marzo de 1857 donde mujeres trabajadoras de la Industria Textil de Nueva York, por reclamar mejores condiciones laborales, fueron reprimidas ferozmente por la Policía local.
En 1910 durante la Segunda Conferencia  Internacional de Mujeres Socialistas" reunida en Copenhague, Clara Zetkin, reconocida representante del partido socialista alemán, propuso la creación de un día internacional de la mujer. La propuesta fue aprobada por aclamación y se dispuso que este día tuviera por objetivo impulsar el movimiento de defensa de los derechos laborales, políticos,sociales, culturales y económicos de las mujeres.
 
Se cumple más de un siglo de la celebración del 8 de Marzo como el Día de las Mujeres Trabajadoras, pero las mujeres llevamos mucho más tiempo desempeñando trabajos remunerados, aunque siempre por debajo del salario y las condiciones de los hombres. Un día destacado de lucha de mujeres por la igualdad de derechos en las más diversas lenguas del planeta. La historia construida en estos cien años de lucha es, por cierto, la misma historia construida a lo largo de otros siglos de resistencia, aunque más silenciosa y menos articulada. Siempre hubo una, dos, centenares, millares de mujeres que osaron resistir a toda forma de subordinación.

Por otro lado, antes de entrar en el mercado laboral remunerado, las mujeres hemos desempeñado un trabajo esencial en todas las sociedades: el reproductivo, que obviamente continuamos realizando.

Sin embargo, como el trabajo reproductivo y relacionado con el cuidado nunca ha sido puesto en valor, ni tan siquiera ha sido considerado como trabajo sino como “algo” ligado a la “naturaleza” femenina, las mujeres no hemos sido consideradas personas de pleno derecho en las sucesivas civilizaciones.

Al llegar la Revolución Francesa algunas mujeres pensaron que aquello de “Igualdad, Libertad, Fraternidad” era una promesa para la IGUALDAD entre mujeres y hombres. La realidad fue muy distinta, el cambio solo fue posible para el hombre blanco, propietario…, y a Olimpia de Gouges la llevaron a la guillotina por reclamar “Los Derechos de la Mujer y la Ciudadana”. Así que las mujeres quedamos excluidas del Pacto Social en esta ocasión. Acabamos de asistir a otro Pacto Social, del que nuevamente nos hemos visto excluidas, porque en las reformas propuestas no se han tenido en cuenta los intereses y necesidades de las mujeres.

Si es cierto que la resistencia a la subordinación socialmente impuesta a las mujeres siempre estuvo presente en la historia, también es cierto que en los últimos cien años se concentran sus mayores conquistas colectivas e individuales. Sin embargo, todavía son incontables las batallas desarrolladas a diario para romper nuevas y viejas barreras. Vale la pena reflexionar sobre la participación de las mujeres en los espacios de representación política y pública.

A pesar de lo conseguido, es imprescindible continuar trabajando por una sociedad paritaria que incorpore a las mujeres en todos los ámbitos de decisión. En este sentido, los partidos políticos pueden ejercer un papel ejemplar estimulando, facilitando, asegurando condiciones de igualdad para que las mujeres actúen en la política como agentes con poder transformador real. 

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