El patriarcado supuso la toma del poder por los hombres. Se apropiaron de la sexualidad y reproducción de las mujeres y de su producto: los hijos e hijas. Este modelo fue perpetuado a través de los mitos y la religión.
Las mujeres, por temor a no ser queridas, tenemos serias dificultades para trazar un camino propio y esta situación merma la autoestima de manera importante.
La autoestima resulta fundamental para nuestra vida y nuestro futuro; recuperarla es el paso previo a tener un mañana, a atrevernos a soñar y creer que el sueño puede hacerse realidad,...
El modo en que nos comunicamos es nuestra carta de presentación y resulta importante en cualquier relación interpersonal. Ser capaces de expresar con claridad y concisamente nuestros deseos y necesidades a otras personas respetando su punto de vista, con firmeza y directamente, sin tensión y manteniendo el contacto visual, también refleja nuestra autoestima.
La persona que se comunica de forma asertiva protege sus derechos y respeta a los demás logrando sus objetivos, sabiendo que éstos pueden ser demorados o modificados en función de la situación.
Si aprendemos a ser estratégicas no resultaremos vulnerables a los mensajes de rechazo; cultivar la serenidad en todas las situaciones y seguir el camino que nos hemos trazado será el modo de conseguir ser queridas por nuestro entorno afectivo y respetadas por todos.
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