martes, 20 de mayo de 2008

El empleo y las mujeres: estereotipos, techo y precipicio de cristal





La iniciativa NARO, Foro para la igualdad de mujeres y hombres, impulsado por Emakunde, nos ha dado la oportunidad de conocer un poco más sobre la situación de las mujeres. En esta ocasión en el marco de la Jornada “Incidencia del género en el ámbito del empleo”, hemos oído términos ya conocidos como esterotipos o techo de cristal y otro novedoso, el precipicio de cristal.

La influencia de la globalización, la incidencia del mundo digital y el fenómeno inmigratorio nos plantean profundos cambios que requieren nuevas estrategias en políticas de apoyo al acceso laboral de las mujeres.

Aportaron información de sectores diversos y aspectos del mundo laboral:

- María Angeles Sallé, directora de Enred Consultores.

- Gema Tomás, profesora de Derecho Civil de la Universidad de Deusto y Master en Intervención en violencia contra las mujeres.

- Itziar Alonso, profesora de psicología de la UPV.

- Ana María Reoyo

Los estereotipos aún siguen existiendo especialmente en los sectores tradicionalmente masculinos, como por ejemplo el sector del metal. Las mujeres son la segunda opción para cubrir los puestos de trabajo y el acceso a puestos de responsabilidad se encuentra obstaculizado por las empresas y por las propias mujeres, en parte, quizás, debido a esos estereotipos.

Se habló del acoso sexual en el trabajo y de la situación de las mujeres en la Ertzaintza y en el deporte. Ambitos todos ellos, aunque cambiantes, aún con presencia escasa de mujeres. El caso de la Ertzaintza, con solamente el 9,8 % del total, es un claro ejemplo. En cuanto al acoso en el trabajo, el abuso de autoridad por parte de los hombres no tiene que cambiar, debe desaparecer.

¿Cuánto hay aún por hacer? Sin tener aún estrategias eficaces para romper el techo de cristal, aparece un fenómeno nuevo: el precipicio de cristal.

Pensábamos que lo importante era llegar a esos puestos de responsabilidad. Ahora, encontramos que algunos de esos puestos “tan atractivos” en principio, comportan mayor riesgo de fracaso (ej: clubs deportivos con pocos recursos).


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